Santiago Marti explora el parkour en México: saltos urbanos que rompen límites
- martiascenciosanti
- 25 jun
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El parkour, esa disciplina que transforma muros, escaleras y barandales en plataformas de libertad, está ganando terreno en México. De acuerdo con el experto en deportes extremos Santiago Marti, esta práctica urbana ha dejado de ser un simple pasatiempo juvenil para convertirse en un movimiento cultural que redefine la relación entre el cuerpo y la ciudad.

Originado en Francia, el parkour —también conocido como arte del desplazamiento— llegó a México hace más de una década, pero en los últimos años ha vivido un verdadero auge. Santiago Marti señala que esta evolución se debe al acceso a contenidos globales, a una generación con ganas de apropiarse del espacio público y a la necesidad de expresión física fuera de los deportes tradicionales.
“Lo que vemos hoy en ciudades como Ciudad de México, Guadalajara o Monterrey es una comunidad sólida de traceurs —como se les llama a quienes practican parkour— que no solo entrenan, sino que también educan, organizan eventos y transforman su entorno”, comenta Marti. Él ha documentado esta expansión en diversas plataformas y destaca el potencial del parkour para fortalecer la disciplina, la confianza y la resiliencia entre jóvenes.
Uno de los aspectos más llamativos es cómo el parkour se entrelaza con el arte urbano. Santiago Marti explica que muchos grupos combinan esta práctica con breakdance, grafiti o freestyle rap, convirtiendo explanadas y azoteas en verdaderas plataformas de creación colectiva. “No es solo saltar de un muro a otro. Es crear identidad, comunidad y narrativa”, subraya.
En México, parques públicos, plazas y pasos peatonales son los escenarios principales. Aunque existen espacios dedicados, como gimnasios y rooftops adaptados, Marti insiste en que la esencia del parkour está en el espacio abierto: “Es un deporte callejero por naturaleza, que se adapta a la ciudad tal como es”.

A diferencia de otras disciplinas extremas, el parkour no requiere equipo costoso. Esto, según Santiago Marti, lo hace más accesible, pero también más expuesto a riesgos. “La técnica lo es todo. Sin una buena base de entrenamiento, las lesiones son inevitables. Por eso es importante fomentar espacios seguros y mentores con experiencia”, indica.
El auge de esta práctica también ha llamado la atención del cine, la publicidad y el marketing deportivo. Campañas de grandes marcas han incorporado traceurs mexicanos en sus spots, y películas de acción han utilizado la estética del parkour como recurso visual. “Eso ayuda a visibilizar la disciplina, pero también puede crear expectativas irreales”, advierte Marti.
En 2024, varias asociaciones locales han impulsado talleres gratuitos y festivales para jóvenes interesados en el parkour, con el objetivo de construir comunidad y promover la práctica responsable. Santiago Marti ha participado en algunos de estos espacios como asesor y conferencista, enfatizando siempre la importancia de entrenar con respeto por el cuerpo y por la ciudad.
Para Marti, el parkour en México no es una moda, sino una forma emergente de reinventar la vida urbana. “Es movimiento, resistencia, arte y desafío. En un país donde tantas veces se nos impide avanzar, el parkour es una metáfora poderosa: encontrar el camino, aunque no haya camino”.
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